El resveratrol del vino tinto ha mostrado su potencial para protegernos del cáncer, del infarto y otras servidumbres de la edad.
Ketan Patel, Karen Brown y sus colegas de la Universidad de Leicester,
Reino Unido, aclaran ahora la ruta por la que el resveratrol es
absorbido y metabolizado en el cuerpo, lo que sugiere un derivado
químico concreto (el resveratrol sulfato) que puede ser particularmente
útil como fármaco.
Presentan sus notables resultados en Science Translational Medicine.
Lee la notica completa en El País.
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